El Talibán Toma el Poder en Afganistán, su implicaciones y consecuencias.
Este fin de semana Afganistán obtuvo atención mundial cuando para sorpresa de muchos el movimiento militar Islámico Talibán tomó el poder central (Kabul) de manera rápida, en medio de la retirada militar de Estados Unidos (EE.UU.) y la Alianza del Atlántico Norte (OTAN).
Estados Unidos ha librado una guerra de 20 años que comenzó después del 9/11 con el objetivo de eliminar a los responsables del fatal atentado, y luego derrocar al régimen Talibán para restablecer la democracia, lo cual se logra de manera rápida con la participación de la OTAN. En el 2004 se celebraron elecciones democráticas, pero con un gobierno muy débil que requería del apoyo militar externo ya que los líderes talibanes huyeron a países vecinos y/o se internaron en las montañas afganas, haciéndose fuertes en muchas áreas rurales adonde las fuerzas internacionales no llegaban.
Durante 2013 y 2014 EE.UU. y la OTAN comenzaron su retirada, bajo la administración Obama limitándose al apoyo militar aéreo y a funciones de entrenamientos a las fuerzas policiales y militares del nuevo gobierno afgano. Desde el 2015 se comenzó a negociar un acuerdo del cese al fuego con los talibanes y la eventual retirada de las tropas extranjeras. En el 2020, bajo la administración Trump, se firma el acuerdo de retirada final que incluye cerca de 15,000 estadounidenses, entre mayo 2020 y agosto 2021, si los talibanes cumplían con la promesa de cesar las hostilidades contra el gobierno. Durante este tiempo lo que hacen estos es fortalecerse en las zonas rurales y prepararse para la eventual toma de poder, después de la retirada estadounidense confirmada por la administración Biden.
Lo que ha ocurrido no tarda en señalarse como el peor fracaso político-militar de EE.UU. desde Vietnam, el cual ha acarreado un alto costo, primero desde el punto de vista de vidas humanas perdidas y luego desde el aspecto económico.
Mas de 3,500 soldados de la coalición (más de 2,300 de ellos estadounidenses) han fallecido y mas de 20,000 han sido heridos, muchos de ellos con consecuencias de incapacidad. Las vidas civiles perdidas y de soldados afganos pasa de los 100,000.
El costo de esta guerra para EE.UU. esta por encima de $1 billón (trillón americano) acumulados en 20 años sin haberse logrado los objetivos propuestos. La retirada y regreso parcial implican gastos adicionales considerables.
A pesar de que ya demócratas y republicanos se están echando culpas mutuamente, este ha sido un ejemplo de un fracaso bipartidista político y militar y la responsabilidad es compartida. Si bien la administración Trump firmó el acuerdo y de paso gestionó libertad para algunos de los talibanes que hoy asumen el poder, la administración Biden, que ha revertido muchas políticas de su predecesor, en este caso dio continuidad a los errores.
¿Qué consecuencias tendrá esto? Primeramente, desde el punto de vista geopolítico la región se volverá más inestable ya que el fortalecimiento de grupos radicales islámicos hará que la guerra transcienda fronteras. La retirada y regreso parcial de tropas estadounidenses incrementa la demanda de combustible, por lo cual el precio del petróleo puede incrementar, y la tensión regional también puede causar tendencias alcistas. El hecho de que la variante Delta del COVID-19 haya disminuido la recuperación económica (China ya muestra signos de desaceleración) puede evitar un aumento mas brusco de los precios.
En el largo plazo EE.UU. continuará incrementando la deuda por los gastos adicionales que este evento suscita. Tarde o temprano un aumento de impuestos será necesario para poder hacer honor a estos pagos, ya que alguien deberá pagar por esto: los contribuyentes, Ud. y yo.
